SCIOLI

¿De qué material está hecho Daniel Scioli? El precandidato a presidente de la Nación, hoy gobernador bonaerense, ha recorrido un largo camino en la política, desde que el doctor Carlos Menem lo descubrió, a partir de sus logros como motonauta, condimentado con el famoso accidente con la lancha La Gran Argentina, que le costó la pérdida de un brazo.
Como un piloto de tormentas, con un espíritu de amianto para soportar todo lo que se le mandó en contra, D.O.S. siguió siempre para adelante, como aquel personaje de Desde el jardín o como un Forest Gum moderno.
Hoy tiene las máximas posibilidades de ser presidente de los argentinos a partir del 10 de diciembre, y habrá que ver de qué manera se hace cargo del poder ejecutivo, teniendo en cuenta la sombra del kirchnerismo, con Cristina a la cabeza y Zannini, el precandidato a vicepresidente, atrás.
¿Será Scioli un títere del kirchnerismo o como ocurrió con su referente, Néstor Carlos Kirchner, se desprenderá de esa tutela -NCK lo hizo de su titiritero, Eduardo Duhalde- y sorprenderá a propios y extraños?
Claro, algunos dirán que en una de esas el 10 de diciembre el presidente es Mauricio Macri, y todo cambia, máxime si hay ballotage. De todas maneras, hoy todas las cartas están para Scioli, la gran incógnita política de la Argentina.
Un Scioli que tendrá que mostrar independencia y autoridad, para no dejarse llevar por los que suponen que será su marioneta.
Donde sí ya ganó D.O.S. es en materia de publicidad. Cualquier medio que se tome en cuenta, oficialista, opositor o independiente, tiene la propaganda del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que a esta altura puede recitarse de memoria, cuando de salud o educación se trata, donde se destacan los logros. Claro, cuando se investiga más profundamente, y se apela a las escuelas públicas de la provincia o a los hospitales, la realidad, que es la única verdad, dice todo lo contrario.

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