AY COQUI


El jefe de gabinete de ministros, Jorge Capitanich, pretendió justificar la acción de la justicia, pidiendo informes sobre la empresa Hotesur, ligada con la presidenta de la Nación, hablando de un eventual golpe de Estado judicial.
Sin embargo, en el último tramo del fin del ciclo del gobierno kirchnerista, suele ocurrir que la justicia tome mayor libertad para asumir decisiones, cosas que otrora parecían imposibles.
Y no sólo se trata de lo que ocurre con el mar de causas judiciales por las que navega el vicepresidente Amado Boudou.
También el más alto poder del Estado siente el cosquilleo de la justicia, que se decide a investigar cuando corresponde.
No hay que olvidar que si alguna vez las cosas eran diferentes, cuando se pretendió que el matrimonio Kirchner diera fundamentos para justificar su notable crecimiento patrimonial, con la acusación de posible enriquecimiento ilícito, rápidamente respondió el juez federal Oyarbide para producir el sobreseimiento, y ni siquiera hubo apelación por parte de los miembros de la justicia que debían cumplir con ese deber.

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