El inolvidable colega Luis Saavedra acercó alguna vez a la redacción esta "oración del periodista" cristiano con principios que sin duda deben tener en cuenta los profesionales de esta religión y que tienen validez para todos.
"Señor, acompáñame en la soledad del teclado/ mi diálogo contigo es mi mejor reportaje.
Concédeme valor para decir la verdad/ y prudencia para callarla cuando hace falta.
No me dejes caer en la tentación del escándalo/ y líbrame tanto del error de la adulación/ como de la crítica injusta.
No permitas que entierre mis talentos/ pero tampoco que los haga relucir con soberbia.
Ayúdame a llegar al corazón de mis lectores/ con palabras sencillas, sin pedanterías.
Divino Maestro: enséñame -en medio de la prisa- a separar la paja del trigo en cada información/ porque debo escribir de todo/ sin saber mucho de nada.
Dame temple para defender la libertad/ que me confiaste como custodia/ sabiduría para ejercerla rersponsablemente / amor para hacerlo con caridad/ y fe para servirtet siempre sobre todas las cosas.
Jámás permitas que escriba como periodista/ lo que no pueda sostener como cristiano.
"Señor, acompáñame en la soledad del teclado/ mi diálogo contigo es mi mejor reportaje.
Concédeme valor para decir la verdad/ y prudencia para callarla cuando hace falta.
No me dejes caer en la tentación del escándalo/ y líbrame tanto del error de la adulación/ como de la crítica injusta.
No permitas que entierre mis talentos/ pero tampoco que los haga relucir con soberbia.
Ayúdame a llegar al corazón de mis lectores/ con palabras sencillas, sin pedanterías.
Divino Maestro: enséñame -en medio de la prisa- a separar la paja del trigo en cada información/ porque debo escribir de todo/ sin saber mucho de nada.
Dame temple para defender la libertad/ que me confiaste como custodia/ sabiduría para ejercerla rersponsablemente / amor para hacerlo con caridad/ y fe para servirtet siempre sobre todas las cosas.
Jámás permitas que escriba como periodista/ lo que no pueda sostener como cristiano.
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